miércoles, 26 de junio de 2013

Capítulo 19

En el capitulo anterior...

Reaccioné de golpe al sentir que alguien golpeaba el cristal. Giré la cabeza y era Verónica con una sonrisa tonta en la cara que se despedía porque habíamos llegado a su casa. Me despedí con una sonrisa forzada a más no poder. Salí del coche y me senté en el lugar que ella había estado ocupando. 
Pasamos el resto del camino en silencio, solo la radio que sonaba y alguna pregunta que me hacia Zayn que respondía sin saber que decía. 
Llegamos a mi casa y salí del coche. Zayn me siguió, me cogió del brazo y me volteó. 
- ¿Qué te pasa?- me preguntó. 
- Nada- respondí. 
- Eso no es verdad y lo sabes tanto como yo. 
- Déjalo Zayn estoy cansada quiero llegar a casa y tumbarme. No te preocupes por mí, de verdad.
- Por mucho que insista sé que no me lo vas a contar. Y si insisto terminarás enfadándote, así que mejor dejémoslo. 
Me dio un beso en la mejilla sin que yo reaccionara y luego me soltó la mano que aun tenía cogida. Yo seguí mi rumbo con él tras de mí y entré en casa.

Solo que, después de todo, no me acordaba de mi fiesta de cumpleaños.


- ¡Felicidadeeeees!- gritaron todos. Sonreí a desgana, pero se habían tomado la molestia de venir, aunque un par vinieran de la acera de enfrente.
- Gracias, chicos, muchas gracias- pasé la vista por todos los presentes.
Estaban mis padres, Fran, los dos Halliday Jack y Sam, Nico y Sonny, del cual era también el cumpleaños, estaban también Lara y Sandra hablando con Liam, también estaba Louis, Ashley, Harry… ¡Espera! ¿Sandra y Lara? Volví mi mirada hacia allí y ahí estaban esas dos chicas que corrieron a tirarse sobre mí.
- ¡Chicas! Me aplastáis- dije riendo. Entonces le vi, junto a una mesa con comida comiendo patatas. Dejé a mis amigas un momento y me acerqué lentamente hacia el rubio. Toqué su hombro haciendo que pegara un brinco- ¿Deja un poco de comida para los demás no?
- Hola Irene, ¿cuando has llegado?
- Hace unos minutos, ¿no te has enterado?
- Estaba en el baño. Por cierto, felicidades.
- Gracias- me dio dos besos- ven un momento, quiero hablar contigo- lo llevé al patio trasero, corría una suave brisa, no muy fría, quizás ya me había acostumbrado al frío, ya no usaba medias con el uniforme- Niall, lo de ese día...
- No te preocupes Irene, me equivoqué. 
- ¿Cómo?- eso me impacto. El discurso mental que había montado se rompió en pedacitos.
- Que me he dado cuenta en todo este tiempo, que esa vez estaba equivocado, después de pensarlo todos estos meses, me he dado cuenta de que no me gustas. De hecho, creo que nunca estuve muy convencido.
- ¿Entonces? ¿Somos amigos?
- Por supuesto- me sonrió- olvídalo, fue un simple error mío- No sabía que responder, no me lo esperaba eso y me había quedado sin palabras.- Ahora me alegro de que lo evitaras. 
- ¿Sabes por qué lo hice?
- Porque no te gustaba supongo, ¿por qué?
- Algo así, solo hacía un par de semanas que nos conocíamos, aunque era mentira lo que te dije de que no nos conocíamos lo suficiente. Como Directioner me se casi toda tu vida, tu también sabías gran parte de la mía que te conté. 
- ¿Entonces?
- Creí que me gustabas. Pero no quería que ese beso se produjera, porque si de verdad sentía algo muy fuerte por ti, no hubiera soportado todos estos meses sin verte, aunque se me ha hecho difícil igualmente, quizás incluso ha sido peor al pensar en que tal vez no volveríamos a hablar como antes. Pero, que me voy del tema, había una razón bastante importante en el hecho de que no te quise besar, no sé si me explicaré demasiado bien pero lo intentaré.
- Adelante, que me estas aquí dejando con la intriga- se rió. 
- Pensé que, si de verdad te quería, no tendría que haber sido como Directioner y por ser el famoso Niall Horan cantante de One Direction, si no por quién eres como persona, un chico normal, con una vida un tanto peculiar quizás, pero si iba a besarte antes tenía que tener seguro que a quien besaba era a ti, que eras tú quien me gustaba, no el cantante famoso, y eso es algo que en dos semanas no se puede saber del cierto.
- Pues sabes, yo me alegro de que hicieras eso. En ese momento no, claro que no, después de todo acabas de rechazarme en toda regla. Pero como tú has dicho, no estaba enamorado de verdad. Durante estos meses de gira, el tiempo que he tenido para pensar, me he dado cuenta de que quería volver aquí y verte, claro, pero no era esa necesidad que tienes cuando estás enamorado, era porque no quería perder la amistad que casi arruino con eso.

Nos quedamos sonriendo y mirándonos en silencio, no era un silencio incomodo, para nada. Luego sentí la necesidad de abrazarle, no hacía falta palabras en aquel momento. Con un abrazo le transmití todo lo que quería decirle, que le había echado de menos y que ahora todo volvería a seguir como antes felizmente.  
Pero en ese momento, hubo algo que se me cruzó por la cabeza. Algo que no me encajaba en todo eso. Algo que me había dicho Zayn antes de partir.
Si de verdad al chico de One Direction que le gustaba no era rubio, entonces, ¿quién era?

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Y allí estábamos todos de nuevo. Para celebrar la fiesta de Irene y mi hermano, pero ella se había ido a arreglar las cosas con Niall y seguramente tardarían.
Me acerqué a Liam, yo también tenía que hablar con él. Aunque no sabía que era exactamente lo que quería decirle. Le había hecho caso a Louis y durante todo ese tiempo estuve con Jack y con seguí olvidar lo que pasó con Liam.
Había visto el artículo en una revista que me mostraron Ashley e Irene y la verdad es que como siempre exageraban mucho ¡¿Boda?! Pero si ni siquiera era una relación real.
Entonces me dio una especie de pinchazo al corazón. Todo ese tiempo que había pasado con Jack... La verdad es que nos lo habíamos pasado genial juntos, no había echado de menos a Liam, no tanto como pensé que pasaría. Y había habido algún que otro beso ante las cámaras que se había hecho especial, diferente al de Liam, ya casi ni recordaba ese fugaz y extraño beso prohibido. 
Jack y yo éramos amigos desde hacía un montón de tiempo y siempre habíamos estado bastante unidos, pero nunca se me había pasado por la cabeza que sintiera algo por él más fuerte que la amistad, nunca, hasta ahora. 
Todos esos meses con él, sin Liam que se "interpusiera", habían sido especiales. Sabía que él estaba enamorado de mi, y tanto que lo sabía. Que ingenua había sido esa vez, y cuánta razón había tenido el rubio.

La imagen de él y yo paseando por el parque un día de verano se me vino a la mente. 

Estábamos comiendo un helado tranquilamente cuando, no sé cómo, acabé con helado en la punta de la nariz. Se empezó a reír de mí por lo que le manché a él en la barbilla.
Entonces se acercó a mí y me lamió el helado de la nariz entre risas. Después me dispuse a hacer lo mismo. Pero él se movió juntando sus labios con los míos. Me aparté de golpe confusa y un poco enfadada. 
- ¡Jack!
- Lo siento, te quiero.
- Jack no, esto no puede ser. Yo solo te quiero y te voy a querer como a un amigo. 
- Bueno, esperaré. 
- Pierdes el tiempo- respondí segura. 
- Bueno, es mi tiempo, y yo decido si gastarlo esperándote a ti ¿no?


Quien iba a decirme a mí en ese momento, que ahora estaría en una situación como esta. Jack había estado esperando mucho, pero él tenía razón, algún día iba a pasar. Y ese día había llegado.
Estaba claro que me había enamorado de él. 


- Os robo a Liam unos minutos- les dije a Ashley, Lara, Sandra, Louis y Harry. 
- Claro, pero devuélvenoslo- me respondió Sandra. Louis simplemente me guiñó el ojo diciéndome todo lo que quería decirme.
Fui con Liam a fuera al jardín pasando por el lado de Niall e Irene que estaban abrazados. Nos sentamos en el césped y contemplamos las estrellas. 
- ¿Que ibas a decirme?- cortó Liam el silencio.
- He estado pensando... Y bueno, me he dado cuenta de que ese beso...
- Ya te dije Nico, lo mejor era olvidarlo, aunque fuera imposible. 
- Lo sé Liam, déjame explicarte. Verás ese día...
- Estoy pensando en dejar a Danielle.



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Capitulo corto, lo sé, pero entendedme, pudiendo acabar el capitulo así, ¿quién no lo haría? jajajaja es una tentación demasiado grande.
Espero subir el siguiente el miércoles que viene :)

viernes, 21 de junio de 2013

Capítulo 18

En el capitulo anterior...

- ¡Zayn!- grité echando a correr intentando no caer con los zapatos. Mi corazón se aceleró, no le esperaba. Me lancé y le abracé. Le había echado tanto de menos. 
- ¡Felicidades sirenita!
- Wow, ¿pero qué haces aquí?
- Venirte a buscar para llevarte a tu fiesta de cumpleaños.
- No me refería a eso. 
- Lo sé. Bueno, ¿vamos?
- Espérate un momento- me dirigí hacia la chica pelirroja- ¿Va a tardar mucho tu hermana?
- Mira, ahí llega- dijo señalando tras de mí. Me giré y vi a la chica que acababa de entrar.
Rápidamente até los apellidos, la historia, el físico... No era posible, no podía ser ella me repetía dentro de mí una y otra vez. Esto era una pesadilla. 
Nos quedamos mirando fijamente, ninguna de las dos hablaba, por lo menos no verbalmente.


Nunca nos habíamos visto cara a cara aunque muchas veces había deseado hacerlo. ¿Cuántas veces había soñado en cruzar las distancias que nos separaban? y ahora la tenía allí, parada, a unos metros de mí. Estudiándonos mutuamente. Habían pasado cuatro o cinco años ya, pero era ella, sin duda.  Si eso hubiera pasado en esa época, ahora mismo estaríamos ambas corriendo a abrazarnos intentando que nada nos volviera a separar, posiblemente llorara si eso hubiera sucedido. Por lo contrario, después de todo, ahora era muy diferente.
- Tú- empezó ella bruscamente en español- ¿qué haces aquí?
- ¿Lo mismo podría preguntarte yo, no?- rechisté secamente.
- Vero, ¿conoces a Irene?- preguntó Vicky emocionada.
Vero era como la recordaba, solo que un poco más alta, ahora con mis tacones estaba a su misma altura, tenía el pelo castaño, casi pelirrojo como la pequeña, largo y ondulado, llevaba gafas y tras ellas se escondían unos fríos ojos marrones. Nos habíamos acercado unos pasos sin dejar esa extraña batalla de miradas que se había generado, ausente a lo que sucedía alrededor, todavía con cara de asombro. 
- Ella es mi hermana- me dijo Vero sin bajar la mirada.
- Ya lo he visto- respondí- ¿qué haces en Londres?- volví a preguntar. 
- Hay un puente de unos días y he decidido venir a visitar a mi familia. Yo me fui a Madrid a estudiar, ahora tengo mi vida allí. 
- ¿Tu vida perfecta verdad?- maticé el perfecta alzando un poco el tono de voz.
- Bastante bien estoy, sí- se giró un poco y le dijo a su hermana- Vicky, espérame fuera, ahora vengo. 
- Vale- dijo la niña sonriendo. Luego se giró con la mochila en la espalda y se fue hacia fuera del gimnasio.
- ¿Y tu porqué estás aquí?- me preguntó sobresaltándome. 
- Nos trasladamos por noviembre o así. Y ahora trabajo aquí como entrenadora de natación y también hago de socorrista. 
Se hizo un silencio incómodo. No sabíamos que más decir.
Entonces me puse a recordar nuestra historia, no sé el porqué, la había olvidado hacía ya mucho y aunque eso me había costado, pero lo había conseguido, ahora todo volvía como dardos apuntando a una diana en el centro de mi cabeza.

Conocí a Vero por twitter gracias a una novela que escribía, nos hicimos muy amigas a pesar de que yo era de Castellón y ella de Badajoz y que no nos podríamos ver. A medida que hablábamos nos fuimos haciendo más y más amigas.
Empezó a contarme que no se lo pasaba tan bien con sus amigas de allí que conmigo, aunque solo habláramos por Whatsapp. Porque ellas eran unas aburridas y siempre se quedaban en un banco charlando y Verónica quería ir y hacer algo en los recreos. Además, las anteriores amigas que había tenido, le habían estado haciendo el vacío y la habían ido apartando y dejando de lado, abandonándola sin motivo.
Mientras los meses y el curso pasaban, nuestra amistad se fue fortaleciendo. Hasta que apareció un chico. No apareció de golpe, ese chico hacia unos años le gustaba ella pero a ella no y ahora a ella le empezaba a gustar pero no sabía si a él aun le gustaba.
Por todo lo que me contaba yo tenía casi claro al cien por cien que se gustaban mutuamente. Estuvimos un mes montándonos historias que si el chico no se qué, que si no se cuantos. Hasta que un día se enteró de que le gustaba una chica de un curso más. Y ella lo pasó fatal, después de todo estábamos las dos muy esperanzadas pensando que le gustaba ella. Yo la estuve apoyando de la mejor forma que pude a pesar de la gran distancia que nos separaba. Nos habíamos convertido en pocos meses en mejores amigas, incluso llegó a ser más amiga mía que Sandra y Lara. Y yo en esos momentos me moría de ganas de poder estar ahí y poder abrazarla. Pero tenía que resignarme, siempre la maldita distancia. 
Poco después se fue haciendo amiga de unas chicas de su clase. Y con los exámenes, y todo, Vero y yo dejamos de hablar tanto. 
Mis exámenes terminaban y los suyos empezaron así que no le hablaba para no molestar y dejarla estudiar. Hasta que terminó los exámenes finales. Esperé un día a que ya estuviera fuera del estrés, esperando a que me hablara, pero no lo hacía, pasó otro día y seguí sin tener señales suyas. Solo sé que se conectaba al Whatsapp y ya está. Al día siguiente le hablé yo. Me contó que los exámenes le habían ido muy bien y todo. Y seguimos hablando un rato más hasta despedirnos.
Yo empecé a tener la sensación de que ya apenas me hablaba, siempre era yo quien lo hacía. Y se lo dije. Le pregunté que como era que ya no me hablaba casi y que nos estábamos separando y ella me contestó que diciendo eso estaba insinuando que era lo que yo quería, y así empezamos una discusión. Al final terminé pidiéndole perdón sin saber porqué ni que había hecho, solo quería recuperar esa amistad tan fuerte que unía esa gran distancia. 
Esperé a que me hablara y no lo hacía. Los días pasaban y yo esperaba, en vano. 
Un día le hablé y estuvimos hablando sin mucho entusiasmo por su parte. Después de esa conversación todo siguió como de costumbre. Yo esperando noticias suyas, ella sin dármelas. 
Hasta que un día le dije a un amigo suyo que me había presentado igual que yo había hecho con mis amigas, que él y yo teníamos que dejar de hablar. Que sabía que no iba a volver a tener noticias de la que había sido y seguía considerando mi mejor amiga. Y que tenía que olvidarla y para eso tenía que dejar de hablar con él también. 
Después me hizo ver que él no tenía la culpa y que nada tenía que ver. Que podíamos seguir hablando aunque yo no hablara con ella. 
Horas después, Verónica me habló, de repente, como por arte de magia. Casualidad... lo dudé bastante. 
Después todo volvió a la rutina. Yo la echaba de menos, echaba de menos nuestras conversaciones, sobre cosas sin sentido, sobre One Direction, sobre música, libros, películas, historias que leíamos, cualquier cosa para pasar un buen rato divertido y entretenido. Echaba de menos su amistad. 
Volví a tener noticias suyas unas semanas después, una notificación de que había abandonado el grupo de Whatsapp creado con mis amigas de Castellón y una amiga suya de Badajoz. 
Le pregunté el motivo por privado. Como tantas otras veces, no obtuve respuesta. 
Entonces me di cuenta de que ya todo había acabado definitivamente. Que ya no volveríamos a hablar. Que tenía que hacer un gran esfuerzo.
Que tenía que olvidarla. 
Eso último fue la gota que colmó el vaso, intenté razonar con ella, le envié un par de veces mensajes preguntándole, solo quería saber el porqué, solo una simple respuesta. Pero se conectaba lo leía y volvía a desconectarse.

Y así fue como Vero me abandonó, me dejó de lado, la Verónica que creía mi mejor amiga, a la cual había ayudado tantas muchas veces, esa misma Verónica, me estaba haciendo lo que le habían hecho a ella sus amigas tiempo atrás y de lo cual yo ayudé ofreciéndole mi amistad, aunque yo ya tuviera buenas amistades al alcance. Ahora ella ya tenía a sus nuevas amigas, con ellas podía quedar cuando quisiera, ya no me necesitaba, ya tenía la vida perfecta que tanto había deseado siempre.

Y no volvimos a hablar nunca más, hasta hoy. 

Unos brazos abrazándome por la espalda me sacaron de mis pensamientos sobresaltándome. Me giré y vi al castaño oscuro de ojos café. 
- ¿Dónde has ido?- le saludé intentando auto animarme. 
- Te he dicho que iba a buscar tu mochila y la he llevado al coche. 
- Muchas gracias Zayn- le di un beso en la mejilla. 
- Ejem, ejem- carraspeó Vero llamándonos la atención. 
- Ah, Zayn, ella es Vero, era… una amiga que tenía en España- terminé no muy convencida. 
- Encantado, soy Zayn- dijo él dándole dos besos. 
- Irene, no me habías contado que salías con un One Direction. Bueno, lo de las promesas… ya se sabe, muchas veces no se cumplen. 
- No estamos saliendo- la corregí. ¿Promesas? ¿Me estás hablando tú de promesas? ¿Como la que nos hicimos que pasara lo que pasara no dejaríamos de hablarnos? ¿Como la de que si algún día te ignoraba y dejaba de hablarte irías tras de mi pidiendo una explicación? Te respondí que eso no pasaría, que no debías preocuparte, yo te prometí lo mismo, de hecho, tuve que ser yo la que lo cumplí. Tú me prometiste que eso no sucedería tampoco al revés, que yo no tendría que ir tras de ti porque no me harías eso. Esa era una de las muchas promesas ¿Esa que TU rompiste a la primera de cambio? - Bueno, da igual, me tengo que ir que mis amigos- remarqué la palabra- me esperan. Ya nos veremos por aquí.
- Me marcho en unos días, pero bueno, aún tengo tu número si no lo has cambiado. 
- Ahora tengo otro, numero inglés claro. 
- Pues dámelo por si tengo que venir a buscar un día de estos a mi hermana. 

A desgana y con una sonrisa forzada le di mi número y se lo apuntó en la agenda de su móvil, sabía que solo lo había hecho para quedar bien, no iba a llamarme, estaba más que claro. Después se dirigió a la puerta y se fue. 
Yo me senté de golpe en la butaca, donde había estado Vicky minutos antes, soltando todo el aire de mis pulmones de golpe. ¿Porque ahora que mi vida empezaba a ir bien volvía a aparecer ella?

Nos dirigíamos Zayn y yo al coche cuando al pasar por la parada de autobuses vimos a Vero y Vic esperando. 
- Hey chicas- les dijo Zayn- ¿queréis que os lleve? Así no tienes que ir en bus- "No, Zayn, No" pensé. 
- Si no es mucha molestia... 
- Ven, vamos chicas seguidme. 
Llegamos al coche. Zayn se sentó en el sitio del piloto. Yo iba a abrir la puerta del copiloto cuando oí a alguien tras de mí. 
- Irene, me puedo sentar delante, es que me mareo- me dijo Vero. 
- Si, siéntate delante- dijo el chico des del coche sin tan solo esperar a mi respuesta- Que así puedes indicarme dónde vivís. 
Resignada abrí la puerta trasera, me senté y cerré la puerta de un portazo. Apoyé mi cabeza en el cristal mientras Zayn y Verónica charlaban animadamente entre risas. Con la música de la radio fui desconectado de esas risas tontas de la chica y me fui a mi mundo, tampoco tenía ganas de hablar con Vicky que se había sentado a mi lado. 

Reaccioné de golpe al sentir que alguien golpeaba el cristal. Giré la cabeza y era Verónica con una sonrisa tonta en la cara que se despedía porque habíamos llegado a su casa. Me despedí con una sonrisa forzada a más no poder. Salí del coche y me senté en el lugar que ella había estado ocupando. 
Pasamos el resto del camino en silencio, solo la radio que sonaba y alguna pregunta que me hacia Zayn que respondía sin saber que decía. 
Llegamos a mi casa y salí del coche. Zayn me siguió, me cogió del brazo y me volteó. 
- ¿Qué te pasa?- me preguntó. 
- Nada- respondí. 
- Eso no es verdad y lo sabes tanto como yo. 
- Déjalo Zayn estoy cansada quiero llegar a casa y tumbarme. No te preocupes por mí, de verdad.
- Por mucho que insista sé que no me lo vas a contar. Y si insisto terminarás enfadándote, así que mejor dejémoslo. 
Me dio un beso en la mejilla sin que yo reaccionara y luego me soltó la mano que aun tenía cogida. Yo seguí mi rumbo con él tras de mí y entré en casa.

Solo que, después de todo, no me acordaba de mi fiesta de cumpleaños.



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Hola, se que he tardado mucho en actualizar pero es un capitulo largo, no os podéis quejar jajajaja
Pues bueno, ahora ya sabéis quien es la hermana de Vicky, maja la chica eh... jajajajaja Bueno, el siguiente, ya veréis que va a pasar en el siguiente, aunque se van a aclarar bastantes cosas pero otras no tanto. Posiblemente lo suba el viernes que viene quizás el jueves, y bueno, creo que volveré a subir un capitulo por semana como hice al principio porque si n o me voy a quedar sin capítulos y entonces ya no será una semana si no dos, tres, cuatro...
No me enrollo más, espero vuestros comentarios :)
Besos <3

domingo, 16 de junio de 2013

Capítulo 17

En el capítulo anterior...

- Mira este vídeo y dime que tú no tienes nada que ver- dijo Lara. Me enviaron un enlace y lo abrí. 
Estaban ellas en el concierto. Se oía a las Directioners gritar, saltar y cantar. Los chicos cantaban Live While We're Young hasta que la canción acabó. Entonces uno de los chicos se adelantó en el escenario. No supe distinguir demasiado quien era, la cámara estaba lejos y no muy bien enfocada además de oscura. Hasta que un foco le iluminó y pude ver su pelo rubio. 
Se aceró al borde del escenario y señaló hacia el público de un lado a otro. 
- Sé que por el público- empezó a decir- hay dos chicas, Sandra y Lara. Solamente, deciros que aun que ella no os lo vaya a decir, está dolida. 
- Y os echa de menos- añadió Zayn. 
- Lara, Sandra- siguió Harry- ¿de verdad vais a dejar que vuestra amistad se vaya al garete de esta forma?
- Irene os echa de menos- dijo Louis. 
- Y no lo ha pasado ni lo está pasando bien con el cambio- añadió Liam finalizando- así que por favor, nosotros os lo pedimos, no la abandonéis. 

Y el vídeo continuó empezando los chicos a cantar otra canción, pero las lágrimas que caían por mis mejillas me impedían seguir viéndolo.
Esos chicos eran los mejores, sin duda. 



- ¿Irene? ¿Estás bien?
- ¿Eh? Si, si, solo que nunca pensé que los chicos harían esto por mi- dije entre lágrimas. 
- Si quieres hablamos más tarde.
- Si, por favor, luego hablamos. Voy a llamarles. 
Cerré Skype y fui a coger el móvil para llamar a los chicos. Pero no respondieron. Miré el reloj, todavía estaban en el concierto de Madrid. Ya llamaría más tarde o mañana. 

No volví a hablar con Sandra y Lara, estaba demasiado cansada y me fui a dormir.


Me despertó mi móvil sonando. Lo cogí sin mirar quién era y respondí. 
- Buenos días española. 
- Hola Mike. 
- ¿Estás bien?
- Si, solo que me acabas de despertar. 
- Jajajaja lo siento. Era por si querías venir con nosotros a la playa. Nos vamos ya y hay un buen rato. Si vienes te pasamos a coger en un momento con el coche y nos vamos. 
- Me encantaría Mike, pero en una hora tengo que ir a trabajar.
- Bueno, pues otro día será. Que lo pases bien española. 
- Divertiros. 

En parte que me hubiera llamado había sido bueno, la alarma no me había sonado y a las nueve tenía que estar en la piscina. Me vestí corriendo y bajé a desayunar. Mis padres y mi hermano todavía dormían, era sábado y pudiendo dormir más, quien no iba a aprovecharlo. 

Salí de casa y cogí el bus hasta la piscina. Saludé a la directora y fui al vestuario a cambiarme, me puse la equipación del club y salí a mi puesto de trabajo, estuve hablando con Daniel, el chico que hacía de socorrista por las mañanas el resto de los días.
- Daniel, ¿qué haces por aquí si hoy no te toca trabajar?
- He venido a nadar un rato. Y a comprobar tu eficacia como socorrista. 
- Pues no hay nadie de momento así que...
- Siempre viene alguien los sábados, ya verás. Yo me voy a dar un chapuzón. 
- Pues diviértete- se sacó las chanclas y se lanzó al agua empezando a nadar de un lado a otro. Daniel tenía veinte años y era rubio de ojos azules. Él se había encargado de mostrarme el resto de las instalaciones del gimnasio el primer día. Y se había quedado conmigo en mi primera jornada como socorrista. Además era el que estaba como socorrista mientras yo entrenaba a mis chicos y después yo le suplantaba la última hora. 
Empezó a llegar gente, madres con sus hijos, deportistas, gente que venía a simplemente pasar el rato. Las personas entraban y salían. Hasta que sobre la una se empezó a vaciar del todo y solo quedó Dani nadando. Era ya hora de cerrar y él iba absorto en las piscinas así que no me escuchaba. Me acerqué al borde del carril donde él nadaba y le llamé mientras se acercaba a mí nadando crol. Hizo el viraje sin enterarse empapándome entera y siguió a lo suyo. 
- Irene, hay que ir cerrando ya- me avisó la directora desde la puerta. 
- Lo sé, ahora aviso a Dani- dije girándome hacia ella. 
- Pues te va a costar, cuando se mete en la piscina no se entera de nada. 
- ¿Y qué hago? Mira como me ha dejado de mojada. 
- Tírate y párale- respondió riéndose de mí. 
Y eso tuve que hacer, me tiré al agua y fui hasta él, le conseguí coger de un pie y le hundí. 
- Eh, ¿qué haces?
- Que hay que cerrar, que no te enteras. 
- No hacía falta hundirme- y acto seguido me hundió él a mí. 
- Esta me las pagarás- y se puso a nadar huyendo de mí. Que empecé a nadar todo lo rápido que pude. 
- Vamos a hacer una carrera venga.- me dijo saliendo del agua y situándose en uno de los sitios de salida. Salí y me situé en el de al lado.- A la de tres. Uno, dos y ¡Tres!



Ya acababa mi hora como socorrista, era martes y los chicos hacia una hora que habían terminado de entrenar y yo me había quedado durante la hora de trabajo que me quedaba. A esa hora ya no había nadie en la piscina. Saqué mi camiseta y los pantalones y los dejé junto a las chanclas en una silla. Me situé al borde de la piscina y me lancé. Hacía demasiado que no hacía piscinas sin respirar. 
Entré en contacto con el agua, no era excesivamente fría. Fui descendiendo hasta casi rozar el suelo, me impulsé hacia delante abriendo los ojos viendo a través de las gafas. Todo vacío la enorme piscina para mi. Sentía el agua deslizarse por mis costados, me sentía libre mientras daba una y otra brazada impulsándome, junté mis piernas y puse mis brazos hacia delante haciendo un movimiento de cadera como si tuviera cola. Era una sensación única, era como si el tiempo se parase, nada importaba en ese momento, estaba en mi medio. Estar bajo el agua era como hacer el pez y a veces era lo que me sentía, sentir como el agua iba tomando forma mientras avanzaba, como se amoldaba a mi cuerpo y me abría paso entre ella. 
Llegué a los veinticinco metros, di una vuelta bajo el agua y volví a impulsarme con la pared. Seguí deslizándome hasta que una opresión en el cuello me avisó de que necesitaba oxigeno, así que tuve que salir del agua y coger una bocanada de aire. Miré donde me encontraba, más o menos un cuarto de la piscina, treinta y un metros aproximadamente. Se notaba que hacía ya mucho que no entrenaba, antes llegaba a los cincuenta sin dificultad.
Volví a hundirme y terminé el trozo que me quedaba. Cogí mis cosas y fui al vestuario a ducharme y vestirme.
¡Mierda! Hoy tenía la fiesta, mi fiesta. Me había olvidado de mi propia fiesta de cumpleaños. Martes 28 de Mayo. Me di cuenta al ver el vestido ajustado que había colgado horas antes en mi taquilla para que no se arrugara. Empecé a secarme a conciencia si no quería irme desnuda. Me las tendría con el vestido, si unos pantalones ya costaban, con un vestido iba a pasarme una eternidad. 
Suerte que ayer al tener el día libre me había dado tiempo a depilarme porque si no hoy ya sería el caos...
Conseguí ponerme el vestido, era negro y blanco haciendo unos dibujos raros por delante y por detrás era negro liso, palabra de honor, ajustado y por encima de las rodillas. Me calcé los tacones negros que llevaba en la mochila y cogí el bolso que había dentro de esta, traspasé las cosas, me maquillé un poco y guardé la mochila en la taquilla, ya la cogería mañana, no era plan de ir así vestida y con una mochila. Me puse la chaqueta tejana y el bolso y salí fuera. 
- ¿Qué guapa vas hoy no?- me giré y me encontré a Vicky sentada en una de la butacas de la entrada del gimnasio.
- ¿Qué haces aquí todavía Vic, como que no te has ido ya hacia casa?
- Esperando, a que vengan a recogerme, hoy viene mi hermana de España le hacía ilusión venirme a recoger, tenía que pasar por casa antes y coger el bus y eso así que se habrá retrasado supongo. ¿Tú dónde vas?
- Es mi cumpleaños y tengo una fiesta en casa.
- Fran no me ha dicho nada, pues felicidades. 
- Es Fran- nos reímos- Y muchas gracias. ¿Quieres que me espere contigo?
- Si tienes prisa vete. 
- Espera un momento que me llaman- cogí el teléfono y me alejé un poco de la chica- ¿Diga?
- ¿Estás aún en el gimnasio?
- Si, ahora salgo, ¿por?
- Espérate que aquí estoy- y colgó. ¿Estaba aquí? ¿Cómo? Pero mis preguntas se resolvieron rápidamente.- ¡Irene!- le oí detrás de mí. 


- ¡Zayn!- grité echando a correr intentando no caer con los zapatos. Mi corazón se aceleró, no le esperaba. Me lancé y le abracé. Le había echado tanto de menos. 
- ¡Felicidades sirenita!
- Wow, ¿pero qué haces aquí?
- Venirte a buscar para llevarte a tu fiesta de cumpleaños.
- No me refería a eso. 
- Lo sé. Bueno, ¿vamos?
- Espérate un momento- me dirigí hacia la chica pelirroja- ¿Va a tardar mucho tu hermana?
- Mira, ahí llega- dijo señalando tras de mí. Me giré y vi a la chica que acababa de entrar.
Rápidamente até los apellidos, la historia, el físico... No era posible, no podía ser ella me repetía dentro de mí una y otra vez. Esto era una pesadilla. 
Nos quedamos mirando fijamente, ninguna de las dos hablaba, por lo menos no verbalmente.



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Y aquí está el capitulo 17, espero que verdad os haya gustado. Siento mucho no haber subido el viernes, se me pasó, pero... el siguiente sera bastaaaaaaante largo y van a empezarse a aclarar algunas cositas, así que quizás mañana lo subo, aunq ue no lo sé porque será el 18 y tengo escritos hasta el 20 y sería muy poquito margen y supongo que entonces no subiria tan seguido, así que tengo que pensar que haré. Espero vuestros comentarios como siempre.
Besos :)

martes, 11 de junio de 2013

Capítulo 16

En el capitulo anterior...

La tarde con Ashley había sido genial, ella lo era, en poco tiempo nos habíamos hecho muy amigas y sabía que podría confiar en ella para lo que fuera.

Pero mi sorpresa fue al llegar a casa y ver que alguien me había mandado un Whatsapp, todo se derrumbó por momentos y por mucho que con Ashley me lo pasara genial…



No podía olvidarme de ellas. Nunca iba a encontrar a alguien que las sustituyera. 
Abrí el Whatsapp y lo leí un par de veces antes de darme cuenta de que eso era lo que llevaba semanas esperando. Y ahora que lo tenía ahí, no sabía qué hacer, había tenido que esperar demasiado. Se suponía que eran mis amigas. 
Decidí responder, al fin y al cabo, era Lara, no Sandra y con ella era con quien siempre había contado. 
"Hola"
"Iri, lo siento pero no hemos podido hablarte antes, hemos estado muy liadas con el principio de la universidad y todo. ¿Puedes conectarte al Skype y hablamos?"
"Un momento que voy a por el portátil"
Fui hacia mi habitación, cogí el aparato y me senté en la cama. Entré al Skype y en unos minutos ya tenía a mi amiga en mi pantalla. 
- Holaaaa- me saludó de nuevo. Verla después de todo, no se me hacía extraño como pensé que pasaría. Era mi amiga al fin y al cabo.- oye, que lo siento mucho, de verdad. No he tenido tiempo antes para llamarte ni nada. 
- Pues han pasado ya dos semanas- comenté un poco disgustada. 
- Si, lo sé. Pero he estado buscando trabajo por aquí y tal.
- ¿Y crees que yo no?- Respondí de mal humor- Pero bueno, que da igual. ¿Qué tal todo por ahí?- intenté recomponerme. 
- Pues bien. En un rato viene Sandra a dormir en mi casa. Y no mucho que contar, es bastante aburrido esto. ¿Y tú que tal por ahí? ¿Ha nevado?
- Jajajaja demasiado has tardado en preguntar. Espera, no te respondo, te lo muestro.- fui hacia la ventana con el ordenador y lo puse mirando hacia fuera. La nieve cubría buena parte de las casas y calles. 
- Wow tía, es precioso. Qué suerte tienes. Ya me gustaría estar ahí. Se te echa de menos ¿sabes?
"Nunca lo hubiera dicho" pensé. 
- Yo también os echo de menos. Esto sería más divertido con vosotras. 
- ¿Y si te encuentras a algún famoso? ¿Te lo imaginas? A Daniel Radcliffe por ejemplo. A Ed Sheeran, a One Direction. Fua sería alucinante. Si te encuentras a alguien foto o algo eh. ¿Nos lo contarás verdad?
- Sí, claro, supongo que si lo haría. 
- Espera un momento que acaba de llegar Sandra. Voy a abrir. 
Mi amiga desapareció de la pantalla mientras yo contemplaba esa habitación donde había estado tantas veces antes haciendo cualquier estupidez del momento. 
- Holaaaaa- me saludó mi otra amiga. 
- Hola Sandie. 
- ¿Qué tal te va todo por ahí?- se interesó.
- Pues genial. 
Al verlas a las dos de nuevo, la nostalgia se apoderó de mí. Y supe que aun que estuviera muy enfadada con ellas, aun que no me hubieran hablado en dos semanas, eran mis amigas. Y por nada del mundo quería perderlas. Porque amistades como la nuestra no se conseguían cada día.
Estuve hablando con ellas de cualquier cosa, cualquier tontería. Era como si yo volviera a estar en España en mi casa. Les hice un recorrido por mi nueva "mansión" como ellas le llamaron. Solo por estar acostumbradas a vivir en un piso. 
- En junio o así podríais venir unas semanas. Hay un par de habitaciones libres como habéis podido ver. 
- Bueno Iri, que nos vamos a cenar.
- Hablamos otro día ¿vale inglesita?
- Pero si solo son las nueve, ¿desde cuándo coméis tan temprano? Sé que me tenéis envidia, pero no es plan de que imitéis incluso en los horarios estos de comida raros de aquí. 
- Tontita, hay una cosa que se le llama cambio de horario. 
- Para nosotras son las diez- me aclaró Sandra. 
- También es cierto- respondí, luego nos reímos por mi tontería. 
- Luego hablamos ¿vale? Que aun no te hemos preguntado por los chicos de ahí. 
- Sandra, tu nunca vas a cambiar, ya se ve.
- Hasta luego británica. 
- Aquí soy la española- les comenté a lo que se rieron. Finalmente se fueron y yo me quedé pensando. 
¿De verdad debía seguirles hablando después de todo? Sus excusas no eran demasiado buenas. Hubiera preferido que me dijeran la verdad. Pero al fin y al cabo, me habían hablado después de todo, aun que fueran dos semanas. No había sido yo quien les había ido detrás. 
Y además, hablar con ellas era genial, aun que ahora echaba de menos abrazarlas. Todo era muy diferente detrás de una pantalla. Demasiado diferente. 
Pero tendría que empezar a acostumbrarme, tardaría mucho en volver a hablar con ellas cara a cara. Y debía empezar una nueva vida aquí en Londres. 
Tenía a Nico quien vería en unas semanas cuando Twenty Twenty hicieran algún concierto cerca y volvieran a casa. Tenía a Ashley. Y también a Ándrea, Eve y Sarah, y tampoco olvidar a Charlie, Mike y Erik, esos chicos eran la bomba. 

Así que mi vida ahora estaría en Londres, lejos de Lara y Sandra. Pero iba a seguir adelante, debía hacerlo. No me aburriría, entre la universidad, las horas haciendo de socorrista y los entrenamientos, más los fines de semana que podía quedar con mis nuevos amigos...

Iba a rehacer mi vida, una nueva yo estaba de camino, iba a dejar de ser esa tímida Irene, esa chica que tenía miedo, esa chica a la que muchos llamaban friki, que solo se relacionaba con sus dos amigas y que a penas iba de fiesta o quedaba por las tardes. Una nueva Irene empezaba a formarse dentro de mí.


Y eso pasó, junto a Ándrea, Eve y Sarah empecé a ser popular. No tenía porque sentir vergüenza de nada, al fin y al cabo, soy como soy y si a la gente no le gusta, mala suerte. Las conversaciones con mis amigas españolas fueron a menos hasta casi extinguirse. Pasaba con Nico varias tardes de compras junto con Ashley. Creo que con la castaña, una parte de la antigua Irene volvía, mi pasión por la lectura la cual compartíamos nos unía, con ella era con quien pasaba momentos como en España, creando historias imposibles sobre libros, inventando amores imposibles con famosos, la mayor parte sobre One Direction ya que no le había contado nada todavía, pero seguramente si le dijera que les conocía, todo iba a ser diferente y ahora ya estaba todo perfecto. 


Y el tiempo fue cambiando, la nieve empezó a fundirse y las lluvias aumentaban. Yo iba ajetreada con competiciones de los chicos. Vicky era realmente buena, y nuestros padres se habían hecho bastante amigos por lo que varias veces venían a cenar con nosotros o íbamos a su casa nosotros. Incluso creo que llegué a interrumpir un momento un tanto romántico entre ella y Fran, un día que fui a avisarles de que la cena estaba lista y ellos dos estaban sentados en la cama de mi hermano y se separaron de golpe cuando entré, pero tampoco se me ocurrió preguntar. Si ellos no querían decir nada, no iba a forzarles, aun que debería, le debía muchas a mi hermano. 

Después estaban los chicos de One Direction no hablaba mucho, no había hablado con Niall después de lo que pasó en su casa, y deseaba hacerlo, pero no sabía que decirle. Y todo lo que pensaba decirle, no se lo podía decir a través de un mensaje. 
Estuve hablando con Zayn sobretodo, pero también, aun que en menor parte con Liam y Harry, y al final llegué a una decisión, quizás no era una decisión, decisión, fue que al fin me aclaré dentro de mí. Aunque tendría que esperar a que volvieran para arreglarlo todo. 

El tiempo siguió su curso, las lluvias dejaron de ser tan frecuentes y el verano se iba a cercando, y con ello el esperado concierto de One Direction en España. 
 Y en esas fechas, me llegó de nuevo información de mis amigas Españolas. "Conéctate al Skype, tenemos que hablar"
Decidí hacer caso y cuando llegué a casa después de trabajar encendí el ordenador. Habían pasado dos días des del concierto de One Direction en Barcelona así que en esos momentos ya deberían estar haciendo el concierto en Madrid. 

- Irene, mil gracias, de verdad, no sabes la ilusión que nos hizo. 
- ¿De qué me estás hablando Sandra?- pregunté sin entender. 
- Ante ayer, en el concierto, ya sabes.  
- No, no sé. ¿Qué pasó? Os recuerdo que estoy a vete a saber cuántos quilómetros de distancia, como quieres que sepa algo. Últimamente no me meto en Twitter demasiado, no tengo tiempo. 
- Mira este vídeo y dime que tú no tienes nada que ver- dijo Lara. Me enviaron un enlace y lo abrí. 
Estaban ellas en el concierto. Se oía a las Directioners gritar, saltar y cantar. Los chicos cantaban Live While We're Young hasta que la canción acabó. Entonces uno de los chicos se adelantó en el escenario. No supe distinguir demasiado quien era, la cámara estaba lejos y no muy bien enfocada además de oscura. Hasta que un foco le iluminó y pude ver su pelo rubio. 
Se aceró al borde del escenario y señaló hacia el público de un lado a otro. 
- Sé que por el público- empezó a decir- hay dos chicas, Sandra y Lara. Solamente, deciros que aun que ella no os lo vaya a decir, está dolida. 
- Y os echa de menos- añadió Zayn. 
- Lara, Sandra- siguió Harry- ¿de verdad vais a dejar que vuestra amistad se vaya al garete de esta forma?
- Irene os echa de menos- dijo Louis. 
- Y no lo ha pasado ni lo está pasando bien con el cambio- añadió Liam finalizando- así que por favor, nosotros os lo pedimos, no la abandonéis. 

Y el vídeo continuó empezando los chicos a cantar otra canción, pero las lágrimas que caían por mis mejillas me impedían seguir viéndolo.
Esos chicos eran los mejores, sin duda.

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Pues hoy estoy de buen humor y he subido dos capítulos, es lo que tiene haber acabado los exámenes. A todos los que estéis aun terminando mucha suerte. Y bueno para acabar darle muchisisisisimas gracias a @puy_07_13 porque es super maja y me comenta cada capitulo igual que @SaraiLoveSlayer

Capítulo 15

En el capítulo anterior...

- Soy española, al menos lo era. Vivíamos en Badajoz hasta hace dos años- nos explicó en nuestro idioma.

Cuando me dijo eso, la imagen de una chica parecida a ella me vino a la cabeza. Era imposible que fuera ella. Ella tenía la misma edad que yo. Pero, ¿cómo se llamaba su hermana? Vicky. No podía ser la misma. Claro que no, será que no existen chicas con el nombre de Victoria en toda España. Solo podía ser una simple coincidencia. Además, en ningún momento me dijo que se fuera a vivir a Londres. Y si lo hubiera hecho, ¿no debería estar en mi casa ahora? Por eso no era la misma. 

Mi madre llamando desde abajo me sacó de mis pensamientos. Después, se me olvidó preguntarle a Vicky si tenía una hermana. 



Llegó el lunes y Nico se iba con Twenty Twenty de gira. Por la mañana antes de ir a clase me despedí de ellos con alguna lagrimilla, aun que a ellos los volvería a ver antes. Además, necesitaba hablar con alguien sobre lo de Niall. ¿Que tenía que hacer?, mi cabeza me decía una cosa, mi corazón, otra, y yo nunca había sido mucho de escuchar a mi corazón.

El viernes por la tarde no tenía nada que hacer así que ese día quedé con Ashley para ir después de clase de compras. Pasamos por mi casa y la suya a cambiarnos de ropa y nos dirigimos a pasar una tarde de chicas. 
Yo, los viernes libraba. Entrenaba a los chicos lunes, martes y jueves y, los miércoles y uno cada dos sábados y una hora más tarde después de que terminara de entrenarles los otros días, me tocaba hacer de socorrista.

- ¿Dónde quieres ir a comprar?- me preguntó Ashley. 
- ¿Vamos por Oxford Street?
- Por mi perfecto. 
Cogimos el metro y nos dirigimos ahí. 

- En algún lugar tengo que comprarme unas medias transparentes. Con la falda corta del uniforme me congelo de frío- comenté mientras paseábamos por las tiendas. 
- Bah, eres una exagerada. No hace tanto frío.
- Supongo que cuando me haya acostumbrado al frío de aquí ya estaré bien. Pero es que en España no llegamos a temperaturas tan bajas.
- La gente te mira raro cuando vas con esas medias. Tienes suerte de que las populares te aceptaron. Si no, ya tendrías la misma suerte que yo- dijo sarcásticamente. 
- No entiendo cómo pueden tratarte así. Solo te han adelantado un curso. Mírame a mí, soy tres años mayor que tu. El que te han adelantado, el que he repetido y el hecho que eres de finales de diciembre y yo soy del mayo. ¿Pero qué más da la edad? Yo no te veo diferente. 
- Bueno, una vez te acostumbras no es tan malo. Estar encerrada en la biblioteca leyendo rodeada de libros es como tener millones de amigos. 
- Espera- me paré de golpe delante de una tienda- ¿es aquí donde está la tienda de Harry Potter?
- ¡Sí!
- Por favor dime que podemos entrar. 
- Por supuesto. Siempre que paso por aquí entro. 
- No me digas que te gusta Harry Potter. 
- No, no me gusta. Me encanta. Soy Ravenclaw de corazón. 
- Yo soy más Hufflepuff. Tengo una debilidad por Cedric. Pobrecito. 
- Aix, no me lo recuerdes que lloro- dijo ella fingiendo secarse una lágrima. Haciendo que las dos nos riéramos mientras empezábamos a subir hasta el piso donde se encontraba la sección de Harry Potter. 
Estuvimos como una hora, seguramente fue más, pero pareció muy poco, deambulando por ahí entre varitas de todas formas y tamaños, horrocruxes, escobas, y multitud de objetos que hacían pararnos a recordar cualquier suceso de los libros. 
Cuando ya hubimos recorrido todo decidimos seguir nuestro paseo.
Conseguí las medias y me compré unas cuantas, cinco de color blanco y otras cinco de color carne. Sabía que se me romperían en nada. 

Íbamos hacia un H&M cuando nos encontramos a Ándrea, Eve y Sarah. Ashley me dijo que las evitáramos y teniendo en cuenta lo que me había contado pensé en que todo eso tendría que cambiar. 
- Mira quién hay por aquí, nuestra española.- me saludó Andie. 
- Hola chicas, ¿qué hacéis por aquí?
- Comprando ropa. He encontrado una camiseta con una falda preciosa, mira, me he enamorado de la camiseta- me mostró un conjunto que sacó de una de las bolsas que llevaba Sarah.
- Eh, mira, es la camiseta que lleva Ashley- dije.
- ¿Y tú qué haces con esta?- me preguntó Eve mirando a Ashley con desprecio. 
- Esta tiene un nombre Eve- le respondí. 
- Bueno Iri, nosotras nos vamos- dijo Ándrea- creo que no me termina de gustar esta camiseta, vamos a devolverla. Creo que cuando me la ponga me hará gorda. 
- La camiseta te hace como eres- comentó Ashley.
- ¿Insinúas algo enana?- replicó la rubia de ojos azules. 
- ¡Que dices! Mi querida Andie, por dios, como podría insinuar algo. Nunca me atrevería. Me encanta tu estilo- se burló Ash. Pero ni Ándrea ni las chicas se dieron cuenta. 
- Lo sé, soy cool, ¿a caso lo dudabas? Bueno, nos vamos, que os vaya bien. 

- Lo ves, si te llevas bien con Ándrea te tratará bien. Pero si te pasas el rato llevándole la contraria, nunca te aceptará. 
- Pero que no lo ves Irene, no quiero ser uno de sus perritos falderos. No quiero para nada su falsa amistad. No quiero su popularidad. 
- Pues allá tu, a mi me caen bien. Pero tú también. Y no mola estar en medio.
- Pues lo siento. Y si te digo la verdad, aun no entiendo cómo te aceptaron de esa forma en su grupo. Nunca dejan unirse a nadie. A ti, casi te secuestran. 
- No lo sé, cada una tiene sus cosas. Pero dejemos ya el tema.

Seguimos pasando por varias tiendas y comprando alguna que otra cosa. Con Ashley me lo estaba pasando genial. Paramos en un quiosco a comprarme un paquete de chicles cuando vi en una revista que ponía algo de Twenty Twenty así que la cogí. ¿Quién era el de la portada? 

"El bajista de Twenty Twenty, un precioso beso bajo la lluvia." Ponía de titular.
¿Jack? ¿Pero quién era la chica? Miré la página donde se indicaba la notica y empecé a leer.

"El cantante y bajista del grupo Twenty Twenty y su novia, hermana del batería y cantante del grupo paseaban hace unos días por Hyde Park cuando el chico tras un momento de titubeo ante las cámaras fue sorprendido por un beso repentino de su chica justo en el momento en que empezaba a llover. Se ve que la pareja siguen muy unidos desde siempre y al hermano de la chica y compañero de Jack no le importa su relación. Seguiremos atentos de esa pareja que promete que van a seguir juntos mucho más, ¿incluso podríamos hablar de una futura boda?"

Nicole y Jack, ¿pareja? Pero si nunca lo hubiera dicho, siempre he pensado que a Nicole le gustaba Liam. Un día de estos tenía que hablar con ella, definitivamente.

Seguí pasando páginas hasta encontrarme una noticia sobre One Direction. Hablaba sobre la nueva gira que habían emprendido. Como había más cosas interesantes y el hombre de la tienda me miraba mal, decidí comprar la revista y marchamos yo y Ashley a leerla en un banco. 

- ¿Que chico de One Direction es tu preferido?- me preguntó sobresaltándome mientras yo leía el articulo y ella se había acercado a leer también.
- Pues no lo sé, nunca he tenido preferido. Pero ahora tengo un lío mental entre Niall y Zayn. Zayn me derrite con sus miradas y es puff genial. Pero Niall es súper achuchable, adorable y amable y puff sería perfecto. 
- Hablas como si les conocieras- se rió. Y es que no le había contado ese detalle. Tampoco sabía si debía hacerlo. De momento no diría nada.
- ¿Y si tu les conocieras, con quién te quedarías?- le pregunté de golpe
- Pues yo estoy muy de acuerdo con lo que has dicho de Niall. Pero Louis es súper divertido, y Eleanor me da un poco de envidia. 
- Eleanor parece simpática y con Louis hacen muy buena pareja. 
- Eso no te lo puedo discutir, pero puff es que tiene que ser genial ese chico.- y lo es, pensé- ¿Dicen algo más sobre ellos?
- Si, que entre Perrie y Zayn algo no va bien. Pero siempre hay la típica noticia que se inventa alguien. Esos dos no se van a separar en mucho tiempo, te lo puedo bien asegurar. 
- Odio tanto los rumores estos falsos. Hacen que el fandom se vaya a la mierda. 
- Muy de acuerdo estoy contigo.


La tarde con Ashley había sido genial, ella lo era, en poco tiempo nos habíamos hecho muy amigas y sabía que podría confiar en ella para lo que fuera.
Pero mi sorpresa fue al llegar a casa y ver que alguien me había mandado un Whatsapp, todo se derrumbó por momentos y por mucho que con Ashley me lo pasara genial…

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Y aquí está el capítulo quince espero que os haya gustado, aunque es bastante corto. ¿Quién le habrá enviado el Whatsapp? Ahora que ha salido la noticia publicada ¿que puede pasar si Liam lo ve? Espero vuestros comentarios que me alegran un montón. Y bueno los dos siguientes también serán un poco cortos pero es para darle un poco de emoción, además solo digo que en el siguiente va a pasar algo que va a dar un pequeño cambio a la historia seguid atentos y no os lo perdáis jajajaja Besos :)