Risas, lágrimas. Amor, odio. Coraje, miedo. Timidez, atrevimiento. Sinceridad, mentiras. Lealtad, traición.
Palabras antónimas que tantas veces hemos disfrutado o sufrido.
¿Cuantas veces un siempre, ha terminado? ¿Cuantas veces nos han dicho: voy a estar contigo en las buenas y en las malas, y después hemos estado sufriendo en silencio y soledad? ¿Cuantas veces un nunca, ha terminado siendo una simple palabra lejana resonando en nuestras cabezas?
Lo peor de las traiciones es que nunca vienen de nuestros enemigos.
Lo peor de las traiciones es que nunca vienen de nuestros enemigos.
- Si algún día no quieres hablar conmigo o me ignoras, voy a ir detrás de ti pidiendo una explicación.
- No es verdad, porque eso no va a pasar, y al revés tampoco, espero...
- No esperes, tenlo por seguro.
¿Cuantas veces hemos sufrido por amor? Muchas, y se supera, quizás más o quizás menos fácilmente.
¿Pero cuantas veces hemos sufrido por amistades que nos abandonan? Quizás no tantas, pero muchas amistades marcan más que un amor perdido, y por mucho que se intente, cuesta borrar todos esos momentos, esas locuras, esos sueños, esas conversaciones...
Amores verdaderos hay pocos, pero verdaderas amistades, muchas menos.
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